Día del Padre
Padre Hugo Tagle@HugoTagle
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Padre Hugo Tagle
El próximo domingo 19 celebramos el día del Padre. El mismo día en que se celebra Corpus Christi. Una feliz coincidencia, ya que el misterio de Jesús que se nos regala en la Eucaristía nos dice mucho de lo que debe ser un padre para sus hijos: dedicación, entrega generosa, dispuesto a dar la vida por sus hijos y familia.
Recomiendo a todos los padres tener “un cable al cielo”; una conexión con el Creador, fuente de vida, fortaleza y sabiduría. Ser padres hoy no es tarea fácil, por lo que la asistencia y apoyo divino, nunca están de más.
“No sirve la excusa de dar “calidad” de tiempo. Con los hijos, sobre todo pequeños, hay que saber perder el tiempo”.
Chile tiene el triste récord de ser uno de los países de la Ocde con mayor cantidad de familias disfuncionales, en que los hijos crecen solo con su madre, abuela o tía. La presencia paterna es baja y en muchas ocasiones nula. En fin, es cierto que mejor no tener papá antes que uno malo. Su ausencia o mal ejemplo es fuente de desorientación, abandono, inseguridades y rebeldía. La demencial, anormal, violencia callejera en manifestaciones, colegios y barrios que hemos sufrido los últimos años y aumentado en éste, tiene en buena parte su raíz en esa carencia afectiva, rabia acumulada ante abusos de padres que nunca debieron haberlo sido, violencia intrafamiliar, malos tratos, gritos y golpes.
Pero acentuemos lo bueno. Agradezco y felicito a los papás “todo terreno”, esos que son 24/7 en dedicación, atención y cariño; que han tomado en serio su labor de guía, apoyo y seguro. Los hijos no necesitan “un amigo” en su padre. Ese lo encuentran en el colegio o en el barrio. Necesitan un papá que aliente, conduzca, corrija y no pocas veces, reprenda. Si se debe corregir, se hará con cuidado, moderación, pero a su vez con firmeza y seguridad.
Un par de consejos: primero, prestar atención a los hijos. No sirve la excusa de dar “calidad” de tiempo. Con los hijos, sobre todo pequeños, hay que saber perder el tiempo. Supone horas de dedicación paciente y atención.
La paternidad combina sabia exigencia, disciplina, con ternura y delicadeza. La educación de los hijos comienza en la cuna, en el comedor, en los consejos del día a día. Ciudadanos respetuosos e íntegros vienen de familias con buenos hábitos hogareños, respeto y dignidad. La expectativa de que los colegios “los arreglan” es errada y ajena a la realidad. La primera “plaza de dignidad” está en la propia familia, en la mesa del comedor, en la conversación de sobremesa.
Celebremos bien el día del padre. Pidamos al buen padre Dios que ayude a todos los papás en su noble tarea, para que sean referentes de generosidad, dignidad, respeto y alegría.